Elegir los guantes de portero es una ciencia aparte en el fútbol, y cualquiera que haya estado alguna vez en la portería lo sabe: unos buenos guantes se convierten en el principal aliado en la lucha por un partido “seco”. Lo primero a lo que debes prestar atención es al tamaño y al ajuste. Los guantes seleccionados correctamente se ajustan perfectamente a la mano, no se resbalan ni presionan, permiten un control total de la pelota, pero al mismo tiempo no restringen los movimientos de los dedos. Si los guantes son demasiado grandes, se “resbalan” al atrapar la pelota, y si son demasiado pequeños para algunas sesiones de entrenamiento, se rozan rápidamente y crean incomodidad.
El segundo punto importante es la palma y el tipo de látex. Diferentes modelos utilizan materiales de distintos espesores y estructuras. El látex suave proporciona un agarre excelente, especialmente en condiciones secas, pero se desgasta más rápido. La espuma más dura, por el contrario, es más resistente al desgaste y a las superficies agresivas, especialmente a las sintéticas, pero tiene un agarre inferior. Para partidos y entrenamientos duros, elige modelos con máximo agarre, mientras que para entrenamientos regulares, elige modelos más versátiles y duraderos.
El diseño del cierre de muñeca no es menos importante. Una buena fijación ayudará a evitar lesiones y a mantener el guante en su lugar con confianza incluso durante los lanzamientos o saltos más dinámicos. A algunas personas les gusta el velcro clásico, mientras que a otras les gustan los puños elásticos y estrechos. Aquí deberás elegir tu propia comodidad y sentimientos. Los porteros a menudo prestan atención a la presencia de elementos de protección para los dedos: esto es especialmente importante para los jugadores más jóvenes o durante el período de adaptación para jugar en la portería.
Por último, pero no menos importante, ventilación y comodidad durante el uso prolongado. Los guantes de alta calidad tienen inserciones especiales que ayudan a que las palmas «respiren» y evitan que se acumule el sudor. Al fin y al cabo, la comodidad del portero no es una nimiedad, sino una condición necesaria para realizar paradas decisivas, concentrarse en el juego y tener una verdadera confianza en las propias habilidades. Elegir guantes es una cuestión de sensación, confiabilidad y confianza en tus manos, y por lo tanto, en ti mismo en la línea de gol.